Cony Capelli rompió el silencio sobre el maltrato de su padrastro: "Fue fuerte todo lo que tuvimos que pasar con mi hermana”
La bailarina y ex participante de Gran Hermano reveló duro relato familiar durante su infancia
Durante su paso ayer por Podemos Hablar, Cony Capelli conmovió al público al revelar las difíciles experiencias que marcaron su infancia. La ex ganadora de Gran Hermano y actual participante de Fiebre de Baile habló con profunda honestidad sobre cómo la danza la ayudó a sobrellevar un entorno familiar complejo.
"La danza, con todas sus cosas negativas, me salvó de algo mucho peor que yo estaba viviendo en mi casa", expresó visiblemente emocionada.
Capelli relató que su infancia fue feliz "hasta como los seis años", cuando una crisis en su hogar cambió todo.
"Fue fuerte todo lo que tuvimos que pasar con mi hermana", empezó a contar.
"Pasaron cosas dentro de mi familia donde se quebró la relación que tenía mi madre con su pareja, que en ese minuto era como nuestro padre adoptivo. Y ahí fue donde se quebró todo... se quebró ella, se quebró él, y para mí hoy en día no existe por muchas razones que no voy a contar", explicó.
Diana Bolocco, quien estaba a cargo de la entrevista, le preguntó si esto estaba vinculados a algún tipo de abuso, la bailarina respondió con valentía que sí, aunque prefirió resguardar los detalles.
"Pasaron muchas cosas que no debieron haber pasado, y prefiero proteger esa parte de mi historia", señaló.
La bailarina también habló del impacto que estas experiencias tuvieron en su personalidad.
"El lugar que yo ocupé en mi familia fue de defender a mi mamá y a mi hermana de todo. Esa agresividad que se veía en el reality era parte de mi instinto de sobrevivencia. Puse límites cuando una niña de ocho años no debería tener por qué ponerlos", reflexionó.
En el programa, Cony recordó además los abusos que sufrió dentro del mundo del ballet, donde fue testigo de situaciones extremas.
"Ponían un encendedor bajo las piernas para ver si temblabas, y si te movías, te gritaban", relató.
Finalmente, Cony agradeció haber encontrado en la danza una salvación frente al dolor y una vía para evitar caer en caminos más destructivos.
"La danza entró en mi vida a los 8 años y me dio la disciplina necesaria para no caer antes en las drogas", concluyó emocionada.