#MuyPersonal: Una revolución sónica para la limpieza de la piel

Todas las mujeres sabemos que limpiar sagradamente cada mañana y noche nuestra piel es la regla número uno para el cuidado de nuestro rostro y, por consiguiente, lograr un aspecto luminoso, saludable y libre de impurezas. Pero, ¿lo estamos haciendo bien? ¿Es realmente efectiva la rutina que hacemos a diario? ¿Estamos de verdad combatiendo la contaminación que, en parte, genera los primeros síntomas de envejecimiento prematuro?

Personalmente, el cuidado de la piel, sobre todo de la cara, ha sido un tema desde niña. Mi mamá me enseñó que el uso de factor solar durante todo el año era lo que me iba a salvar de tener una piel dañada y manchada con el paso de la edad. Reconozco que no siempre fui consciente ni constante, pero también fui aprendiente otros tips que sin duda fueron un gran apoyo, como las cremas hidratantes, humectantes, exfoliaciones periódicas y, por supuesto, la limpieza.

Y es en este último punto donde me voy a detener porque hace poco me di cuenta de que lo estaba haciendo todo mal... No, no es tan terrible como suena, pero sí me percaté de que no estaba siendo lo suficientemente rigurosa.

En la vida de la mayoría de las mujeres (y voy a hablar por mi), hay un antes y un después de los 30 años. Fijo. Todo se hace más lento, la piel ya no se ve luminosa y fresca todos los días y si en la noche te acostaste tarde, al día siguiente se nota (y mucho). Esos son solo algunos de los casos que vamos aprendiendo a sortear con productos cosméticos que prometen devolvernos la lozanía de los 20, o al menos restaurar el daño acumulado hasta la fecha.

En el diario no suelo usar maquillaje. Lo único es factor solar con un poco de color y, a veces, máscara de pestañas, por lo tanto mi rutina de limpieza era súper rápida y corta. Una enjuagada con agua, limpiador en gel, crema hidratante, contorno de ojos y listo. Y si tenía alguna fiesta o matrimonio, me demoraba un poco más, pero si estaba muy cansada, las toallitas desmaquillantes en el velador eran mi salvación... ¡craso error!

Hace un par de semanas empecé a probar el cepillo de limpieza Clarisonic Mia 2 jurando que no iba a haber diferencia alguna con mi rutina híper eficiente. ¡Estaba muy equivocada! Decidí probarla por primera vez después de haberme sacado con un poco de agua micelar y gel de limpieza mi poco maquillaje, justo cuando yo pensaba que estaba lista para aplicarme la crema. El punto es el cepillo funcionó durante un minuto en que lo pasé por diferentes partes de mi rostro y cuello y, cuando terminó, sus cerdas blancas estaba entre beige y grises (¡asqueroso!). ¿Qué quiere decir? Que mi cara siempre "se fue a dormir" con restos de maquillaje y polución, lo que claramente no contribuyó con mi cruzada por una piel joven y saludable.

Fue tan frustrante que los días siguientes continué haciendo el mismo ejercicio y el resultado se repetía, aunque el gris fue desapareciendo con el tiempo para dejar paso solo al beige, sobre todo en las noches porque en las mañanas no era tan notoria la diferencia.

Ahí comenzó mi adicción hacia este pequeño gadget que hoy es un must en mi rutina diaria. Con su uso progresivo he notado, definitivamente, una mejora en la textura de mi piel, en su luminosidad y en que ha recuperado sus colores naturales que son los que nos hacen ver saludables.

Aquí les comparto algunos datos relevantes sobre la Clarisonic Mia 2, pero mi gran consejo es: ¡Tienes que probarla!



- En solo uno minuto su sistema de limpieza sónica (no vibra ni gira, sino que oscila) te ayudará a lucir un rostro seis veces más limpio que a través de una limpieza manual. Se puede usar en todo tipo de piel, hasta dos veces al día todos los días.

- Su frecuencia sónica de más de 300 movimientos por segundo genera una flexión entre los anillos externos e internos que liberan suciedad y grasa, eliminando las impurezas incrustadas en los poros y facilitando una mejor absorción de los tratamientos tópicos.

- Tiene un temporizador T-Timer que te indica que tienes que pasar a otra área del rostro. Así, la limpieza es más uniforme, profunda y eficaz. Lo recomendable es: 20 segundos en la frente, 20 en nariz y mentón y 10 en cada mejilla. Después se apaga sola.

- Tiene dos velocidades: 1 es baja, ideal para pieles sensibles. 2 es la normal, y limpia un 26% mejor que la 1.

- Después de cada uso debes lavar su cepillo, y es recomendable cambiarlo cada tres meses.

- Su cargador funciona a través de un sistema magnético que se adhiere a su base.

- En Chile, está disponible en tiendas Paris por $99.990.