[COLUMNA] Carolina Gutiérrez: Premios Oscar 2018: "Crónica de una estatuilla"

Para mí la noche de los premios Oscar equivale a un feriado irrenunciable. Más allá que forme parte del trabajo, nunca esa noche la he considerado así. Me gusta ver películas sobre todo cuando medio mundo las comenta de un continente a otro.

La primera vez que me enfrenté a una pantalla grande fue a los siete años, mi mamá me llevo de vestido y zapatos de charol a ver la "Cenicienta" al cinerama que estaba ubicado frente al cerro Santa Lucía. Cada vez qué pasó por ahí añoro el lugar. Creo que sin quererlo mi madre fue la gran responsable del goce de estar dentro de una sala y que aún se me ericen los pelos con la fanfarria que anuncia que llego el momento de la función. Otro imborrable fue la primera vez que vi una película en 3D en una sala Imax.

La sala crea atmosfera y magia. Puede sonar romántico o anticuado, pero defenderé esa experiencia por sobre cualquier otra.

Y como me gustan las películas, todos los años espero ansiosa la entrega de los premios Oscar que en esta oportunidad celebra su 90.ª edición. El anecdotario se remonta a archivos y fotografías desde 1929, cuando los asistentes a la gala no superaban las doscientas setenta personas al interior del hotel Roosevelt de Los Ángeles y distinguía solo doce categorías.

Hoy se entregan 24 premios diferentes, y a la gala, que se celebra en el teatro Dolby, llegan unos tres mil asistentes, mientras millones de telespectadores ven la retransmisión en directo en todo el orbe y las redes sociales permiten la interacción de comentarios instantáneos, tanto de lo que ocurre al interior del teatro como de la transmisión. Así el evento más importante de la industria y del glamour de las alfombras rojas siempre ofrecerá más de algún momento delirante como condimento. Quizás el más fresco de recordar fue en la edición pasada cuando se entregó el Premio Oscar a la mejor película a 'La La Land'... por error.

O esa famosa "Selfi" en 2014, que la presentadora Ellen DeGeneres se propuso conseguir como la mejor de la historia batiendo todos los récords en Twitter: Hasta el día de hoy suma 3,4 millones de retuits. Después se especuló que se habría tratado de un gran golazo publicitario.

Así podría seguir recordando momentos si mi memoria no fuera tan frágil. Pero sin duda existe un antes y un después para el rol de las mujeres en la industria tras el triunfo en 2010, del primer Oscar a Mejor Dirección para Kathryn Bigelow, por su película "The Hurt Locker" ha sido la primera y única vez hasta la fecha que una mujer se lleva el galardón. La cinta también recogió la estatuilla a Mejor Película.

Este año, es Rachel Morrison la nominada a Mejor Dirección de Fotografía, por 'Mudbound', y se convierte en la primera mujer para la categoría, mientras Greta Gerwig es la única que compite en la categoría de dirección por su bella película 'Lady Bird' (estrenada esta semana en nuestro país).

Mirar la industria desde este lado del continente es reflexionar sobre la presencia de latinos en la nómina y aunque no ha sido poca, este año destacan directores, músicos y películas. Como el trabajo del mexicano Guillermo del Toro, que con "The Shape of Water" suma el mayor número de nominaciones con 13, incluida mejor director.

La que corre segura y prácticamente sola es "Coco", aunque la película es de factura Pixar esta inspirada en la festividad mexicana del Día de Muertos.

Y aquí me detengo, respiro. En la categoría Mejor Película extranjera corre como favorita la cinta chilena, "Una mujer fantástica", de Sebastián Lelio y se convierte en la segunda oportunidad para que nuestro país este nominado al Óscar a mejor película de habla no inglesa, luego que en 2012 "No", de Pablo Larraín, nos hiciera soñar con la estatuilla que en 2014 llegaría de la mano de "Historia de un oso" cuando el cortometraje animado dirigido por Gabriel Osorio lograra la hazaña.

Estoy segura de que este domingo 4 de marzo seremos muchos los que veremos con detalle y emoción si Chile vuelve hacer historia.