Rosario Bravo y la crisis con Daniel Fuenzalida por el podcast: “Yo entrego confianza, pero también cierro puertas”

Durante los últimos días, el abrupto final del exitoso podcast "¿Cómo están los weones?" ha generado controversia entre sus dos protagonistas, Daniel Fuenzalida y Rosario Bravo. El conflicto surgió luego de que trascendiera que el ex "Huevo" Fuenzalida habría registrado la marca del espacio sin informar previamente a su compañera, lo que finalmente quedó en el quiebre definitivo del podcast.

 

 

Si bien Rosario Bravo se había mantenido en silencio frente a las versiones públicas, durante las últimas horas el periodista Hugo Valencia reveló una conversación privada que sostuvo con la comunicadora, la cual fue autorizada para ser difundida: "Por mí que esto haya quedado en privado, pero ya venga. Daniel mandó unos mails a un chat con más gente donde también estoy yo. Ahí se abrió esto", comenzó diciendo Rosario, refiriéndose a cómo estalló el conflicto tras la filtración de correos internos.

 

 

Según su testimonio, Bravo estaba al tanto desde hace seis meses de la inscripción de la marca por parte de Fuenzalida, gracias a un amigo abogado. A pesar de haber conversado el tema con él en ese entonces y haberlo perdonado, el trato se habría basado en un compromiso de formalizar una sociedad para transparentar aspectos como las ganancias, el uso del nombre y otros temas comerciales. Sin embargo, eso nunca se concretó.

 

 

"En estos seis meses no mostró ninguna urgencia ni interés en formalizar la sociedad. A fines de junio me llega que su contadora envía un correo con una sociedad por merchandising, tazones, poleras y esas cosas. Ya la situación estaba muy tensa y muy desagradable", detalló Rosario.

 

 

Además, aseguró sentirse juzgada por parte de Fuenzalida, quien habría comentado a terceros que ella había "cambiado" y que "se le habían subido los humos", a raíz de que comenzó a poner límites y defender lo que consideraba una creación compartida.

 

 

Sobre los dineros involucrados, Bravo fue clara al señalar que no ha hecho ninguna acusación directa, aunque aclaró que designó a un tercero para revisar los montos recibidos, ya que hasta ahora había confiado en que se le entregaba lo que correspondía.

 

 

Rosario también se mostró dolida por la forma en que terminó el vínculo con Fuenzalida, aunque recalcó que su bienestar y el de su familia están por encima de cualquier éxito o proyecto profesional. "No quiero más atados y quiero dejar intacto lo lindo del proyecto y el cariño. Aquí puede haber un perdón, pero yo entrego confianza y cuando no me responden yo cierro la puerta sin vuelta atrás. Guardo con cariño este tiempo de trabajo con él y los éxitos cosechados, pero no hay peso que valga mi paz ni la de mi familia. No lo tranzo por nada", sentenció.