Benjamín Vicuña reveló su dolor por la distancia con sus hijos: “No los veo hace más de cuarenta días”
El actor chileno Benjamín Vicuña atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida personal. En conversación con el programa Podemos Hablar de Chilevisión, el intérprete se sinceró sobre la distancia que lo separa de sus hijos Magnolia y Amancio, fruto de su relación con Eugenia "China" Suárez.
"No veo a mis hijos hace más de cuarenta y tantos días", expresó con evidente emoción. Los pequeños actualmente residen en Turquía junto a su madre y su pareja, el futbolista Mauro Icardi, lo que ha transformado la rutina de Vicuña en una espera constante.
"No es el ideal, pero lo estoy enfrentando con madurez, con amor hacia mis hijos, intentando creer que es algo temporal, que luego va a volver todo a la normalidad", explicó el actor.
Vicuña reconoció que la situación le resulta "injusta", aunque no por él, sino por los niños.
"Voy tratando de asimilar, de administrar algo nuevo, algo que no estaba en mi radar, pero es complicado", señaló, y añadió que mantiene contacto diario con ellos a través de llamadas telefónicas.
El actor también admitió que no mantiene una relación fluida con la madre de sus hijos debido a las diferencias sobre el lugar de residencia.
"Cuando dos personas adultas no se ponen de acuerdo en algo tan básico como eso, no es que tengas un problemita: es un problema grave", enfatizó.
Aun así, Vicuña dejó en claro que, pese al dolor, prioriza el bienestar de los pequeños.
"Termino cediendo que mis hijos estén con su mamá, porque Eugenia es una buena madre. También creo que mis hijos merecen estar con sus hermanos, en su colegio, en Argentina", reflexionó.
El intérprete adelantó que podrá reencontrarse con Magnolia y Amancio el próximo 29 de noviembre, fecha en que celebrará su cumpleaños junto a ellos, un momento que espera con profunda emoción.
"Es muy triste, es algo que me cuesta asimilar, porque me parece una decisión muy drástica", cerró el actor, aferrado al amor incondicional de un padre que, a pesar de la distancia, no deja de estar presente.