Paulina Urrutia y su mayor temor en medio de la lucha contra el cáncer: "Estoy entregada a lo que pase"

Por Equipo M360 M360 | Martes, 17 de Junio de 2025
Paulina Urrutia y su mayor temor en medio de la lucha contra el cáncer:

La reconocida actriz chilena Paulina Urrutia ofreció una mirada íntima y cruda a cómo ha vivido su proceso con el cáncer de mama triple negativo, diagnosticado en mayo de 2024. En una valiente entrevista con Revista Ya, la intérprete no solo actualizó sobre su estado de salud, sino que profundizó en sus temores más profundos, el impacto emocional de la enfermedad y las lecciones aprendidas tras la partida de su esposo, Augusto Góngora.


Si bien el diagnóstico de cáncer de mama de Paulina Urrutia ya era de conocimiento público, la actriz decidió ahora compartir con mayor detalle las complejidades de su vivencia, sus miedos más arraigados y la transformación personal que ha experimentado.


Uno de los aspectos más reveladores de la entrevista es la confesión de Urrutia sobre su temor a la exposición pública: "La exposición es mi mayor miedo y esta entrevista me da terror, es un terror que tengo desde los 20 años", admitió, subrayando la valentía que implicó para ella abrirse de esta manera.


Recordó el momento en que comenzó a sospechar que algo no andaba bien, justo después del fallecimiento de Augusto Góngora, en medio de la promoción del documental "La Memoria Infinita". "Augusto recién había fallecido y empecé con dolores intermitentes en las pechugas. (...) Hacia enero de 2024, el dolor se me hizo permanente en la pechuga izquierda", explicó. Su primera reacción, teñida de un humor melancólico, fue pensar: "'Me están echando de menos', y me acordé de Augusto".


Tras el diagnóstico –"dos tumores, pero juntos se veían como una masa tumoral importante en la ecotomografía. Y, por lo tanto, chuta, ¡quimioterapia! La vida, de un año para otro, me cambió"–, Urrutia se enfrentó no solo al complejo tratamiento, sino también a un torbellino emocional. Confesó haber llorado "como una niña, encerrada y muerta de calor. Imagínate, estaba pelada, hinchada, sin poder trabajar. Mi caso es más terrible porque ¡tú eres actriz, trabajas con tu cuerpo! A no ser que sea una película de zombies, ¿en qué iba a trabajar? Uno se siente absolutamente liquidado, ¡cómo no iba a llorar!".


El temor a la portada y el aprendizaje de confiar

Más allá del impacto en su carrera, la actriz reveló una angustia particular ligada a su fobia a la exposición. "¡Frustración...! ¡Rabia, pena! Y me pasa algo increíble, porque, mientras lloraba, mi miedo no era, ¡ay, me voy a morir! Dije: 'Esto se va a saber y voy a aparecer en la portada de un diario y será la peor foto de mi vida, me voy a ver horrible, y abajo, un titular: Paulina cada vez más cerca de la muerte'". Este temor a ser expuesta en su vulnerabilidad superaba incluso el miedo a la propia enfermedad.


A pesar de que una primera etapa de quimioterapia no dio los resultados esperados –"en mi caso no resultó"– y de haberse sometido a una mastectomía total en marzo, seguida de una segunda intervención en abril, Paulina Urrutia ha encontrado nuevas herramientas para enfrentar su realidad.


Actualmente con expansores para un futuro implante y en quimioterapia oral, la actriz destaca un aprendizaje fundamental.


"Nunca he tenido miedo (a la muerte), nunca tuve, te lo juro. Pero aprendí algo muy valioso y si hay una palabra que creo que por primera vez he aprendido, es confiar. (...) El cáncer me enseñó a confiar", indicó emocionada. Este aprendizaje contrasta con su naturaleza "muy capricorniana: muy ordenada, muy rigurosa, muy exigente". "A mí, cuando me decían, Paulina, confía en la vida, yo decía, ¿what? ¡No! Y haber aprendido a confiar me emociona (se le llenan los ojos de lágrimas), porque es lo que más me ha costado".


Hoy, asegura que ha llorado lo suficiente y que está canalizando su experiencia de otra manera. "A mis amigos les digo, miren, los resultados de la quimioterapia no son buenos, pero esto no se acaba aquí. (...) Yo creo que ya lloré lo suficiente y estoy escribiendo mi proceso", reflexionó, mostrando una nueva forma de procesar y compartir su vivencia.


Con una admirable entereza, Paulina Urrutia concluye su testimonio con una mirada de aceptación y esperanza: "Estoy entregada a lo que pase, y a que las cosas pueden funcionar y, si funcionan, será maravilloso y tendré otra vida, una segunda. Pero si no resultan... he tenido una existencia plena y ¡a concho!".

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