Escritora Amalia Andrade: "Vivimos en una sociedad que castiga las emociones"
La mente es un universo complejo, más aún las emociones, y si nos detenemos un segundo a prestarle la atención que merece, podremos notar cómo nuestro cuerpo nos expresa cuánto nos necesita.
Tuvimos el agrado de conversar con Amalia Andrade, escritora, periodista e ilustradora colombiana, en el marco del lanzamiento de su último libro "No sé cómo mostrar dónde me duele". En este texto, explica la importancia de escucharse, expresar y liberar las emociones en una sociedad que nos enseña a reprimirlas.
"El libro nació de mi propia relación con las emociones. A mí me cuesta llegar a las emociones en algunas instancias, me puse a pensar en cómo funcionan las emociones hoy en día y a entender que la gente no sabe acompañar el llanto. En algún momento estaba llorando y me dijeron 'no llores', y me quedé pensando que eso estaba mal, de ahí se desata la intención de entender las emociones"
"Para mí era muy importante incluir a las personas porque lo más fascinante del mundo emocional es que todos experimentamos las emociones de manera diferente, pero hay rasgos en común. Mi trabajo es muy colaborativo".
Ante esto, le preguntamos a la escritora si consideraba que, en nuestra sociedad, las emociones continúan siendo vistas como algo complejo de expresar.
"Vivimos en una sociedad que castiga muchísimas emociones y que venera y le da prioridad al no sentir. Existe una lógica muy binaria, persona emocional es igual a una persona débil, persona no emocional o racional es igual a una persona fuerte. Es por esto por lo que para mí es importante crear estos espacios y aportar más allá del libro"
El libro cuenta con diferentes formas de lectura, ya que trabaja con las imágenes, dibujos, marañas, escritura, fotografías. Cada una de esas piezas fueron trabajas en conjunto a mujeres, ya que Amalia decidió que fuese un libro creado por una mujer por colaboradoras de su mismo género.
"Trabajé con un estudio de diseño de mujeres. En este libro quería trabajar con un equipo de mujeres, mi editora era mujer, mi estudio de diseño era en Colombia y también puras mujeres. Trabajamos juntas las marañas que van cambiando, dependiendo de la emoción. En este proceso fueron muy importantes las diseñadoras de SOLA".