#COLUMNA William y Kate: diez años de la boda del siglo

El 29 de abril de 2011 se casaron el príncipe William del Reino Unido y Kate Middleton en un ceremonia que, gracias a la televisión, presenciaron dos mil millones de personas en todo el mundo.

William ocupaba, y lo sigue haciendo, el segundo lugar en la línea de sucesión al trono británico,  después de su padre, el príncipe Carlos–, por lo que su matrimonio era un asunto de Estado en el Reino Unido. Un interés especial despertaba la novia porque era una joven plebeya; un hecho inusual pues todos los anteriores herederos se habían casado con mujeres de la nobleza. Por ejemplo, la madre de William, la princesa Diana de Gales –muerta en 1997- era hija del conde Spencer, de antiguo linaje inglés.

Catherine Elizabeth Middleton y el príncipe se conocieron en 2001 en la universidad de Saint Andrews, en Escocia, donde ambos estudiaron arte. Se afirma que el príncipe se interesó en Kate cuando la vio en un desfile de modas en la universidad en el que ella modeló un bikini, cubierta con una túnica transparente.

El romance duró ocho años por lo que las amigas de William se burlaban de ella y la apodaron "waitie Katie", algo así como Katie la que espera. Sin embargo, el 16 de noviembre de 2010 se anunció el compromiso y tiempo después la fecha de la boda. El anillo de compromiso que William le entregó era el mismo que usaba la princesa Diana, con un zafiro rodeado de diamantes.

Más tarde, el príncipe contó que tuvo el anillo más de dos semanas en un bolsillo de su chaqueta e incluso en una mochila de viaje porque no encontraba el minuto ideal para hacer "the proposal", como dicen en Gran Bretaña. Finalmente la hizo durante un viaje que ambos realizaron a Kenia, Africa, en 2010.

Este detalle y otros miles se dieron a conocer los días previos y posteriores a la boda del siglo, con imágenes que siguen siendo tan luminosas y románticas como se vieron en las pantallas. Ese día, la reina Isabel II los nombró Duques de Cambridge.