¿Ahora te gustan las aceitunas? ¡Es un hecho, envejeciste!

Cuando niña no podías evitar poner cara de asco cuando probabas las aceitunas y hoy darías lo que fuera por sentarte a ver tele con un pocillo repleto de ellas. ¿Lo mismo te pasó con el chocolate amargo y la cerveza?

Déjame decirte que eso es signo de una sola cosa: estás envejeciendo.

Así lo dejó claro un estudio publicado en Physiology & Behavior que indicó que es normal que los niños prefieran los sabores dulces antes que los amargos. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta característica se va modificando.

"Varias líneas de investigación indican que el gusto por el sabor dulce es innato. Antes de nacer, la capacidad de detectar los sabores dulces funciona e interactúa con sistemas que controlan el afecto y la succión; así, los bebés recién nacidos son capaces de detectar los alimentos que necesitan para sobrevivir: la leche materna", indica el texto.

Pero el gusto por las cosas dulces es más importante aún, pues la investigación también indica que estos sirven de analgésico y que consumir alimentos de este tipo hasta los 11 años ayudaría a tener más tolerancia al dolor.

El problema es que la capacidad para detectar las cosas dulces se va perdiendo en el tiempo. Eso explica que hoy prefieras comerte un frasco de aceitunas antes de una paleta.