Petichismo: cuando la obsesión por tu mascota genera una relación tóxica

No es novedad que la pandemia trajo consigo un considerable aumento de demanda de mascotas. Las personas tienden a llenar el vacío que deja la cuarentena con adorables cachorros o mininos que con su sola presencia llenan el hogar de calidez.

Sin embargo, hay que tener ciertas precauciones. Además de ser responsables con el cuidado de los animales de compañía, es necesario generar un relación sana con la mascota.

Según La Vanguardia, el petichismo es el síndrome descrito por la antropología social como obsesión compulsiva hacia un animal de compañía que viene a cubrir ausencias en el hogar.

Un ejemplo de esto es cuando se tiene una pérdida de un ser querido, gente tiende a llenar la ausencia con un animal. Esta emoción de ausencia es parecida a la que se genera con el distanciamiento social. Esta práctica suele generar una relación tóxica, pues hay que entender que los animales no son personas ni son capaces de suplir a otros seres queridos.

Es importante diferenciar que, a pesar que una mascota no debe ser objeto de veneración, sí debe ser considerado como parte de la familia y sentirse querido.

Otro punto a tomar en cuenta es que un animal de compañía puede dar amor y compañía de forma desinteresada, pero no es capaz de cumplir las expectativas emocionales que uno esperaría comúnmente de los padres o hermanos.

Frente a estas situaciones, no debes caer en la humanización de los animales. Hay que ser conscientes que los perros o gatos entran en nuestra familia en calidad de mascotas. Si bien, es un proceso inevitable para que éstos puedan convivir en la ciudad, no hay que reprimir por completo sus instintos.