En la búsqueda de los países con relaciones más duradera, Hopes and Fears llegó a la conlcusión que ese trono se lo lleva Italia, donde el promedio es de 15 años, y 18 cuando el divorcio es definitivo (el que logra alcanzar casi un 31%). En segundo puesto estaría Canadá con 14 años, pero una tasa de divorcio del 48%, y luego vendrían en orden: Francia, México y Australia.
Pero estos datos recopilados dieron origen a otra conclusión, a una que llegó Nicholas Wolfinger de la Universidad de Utah. Este experto en relaciones de pareja concluyó que para que una pareja perdure en el tiempo tiene que casarse antes de los 35 años, y si es más preciso, entre los 25 y 32.
Es más, Wolfinger asegura que, antes de los 32 años, cada año adicional a la fecha del matrimonio va reduciendo el riesgo de divorcio, pero después de esas edad se va incrementando.
Sin embargo, el análisis no solo se hizo en base a la edad, el tiempo que llevaban juntos también. Pero esos resultados eran de esperarse. Aquellos que salieron menos de un año antes de casarse tienen más chances de separarse. Ahora bien, el tiempo no estodo, lo que costó el anillo de compromiso si soprendió: mientras más caro, más probabilidades de divorcio.
Para otros expertos, como publicaron en Familia.com, la edad tope son los 30 años, y agregan que si bien no hay una edad exacta para casarse, si existen beneficios al hacerlo antes de los treinta. Y estos fueron los que dieron:
1. La persona es más flexible
Minetras más edad se tiene es más difícil acoplar las diferentes personalidades de una pareja y adaptarse a las costumbres del otro.
2. Etapa productiva
Así como pasan los años, disminuyen las probabilidades de quedarse embarazada naturalmente. La mejor etapa es entre los 20 y los 30 años. Después de eso no solo se ve afectada la etapa reproductiva, sino que además hay ocasiones en las que los embarazos sobre los 35 años resultan de riesgo por diabetes y preeclampsia en la madre.
3. Menos energía, menos paciencia
Los padres jóvenes pueden gozar de mejor salud y más energúa para cuidar a sus hijos. A más edad puede resultar algo más agotador, sobre todo en la etapa de recién nacidos.
4. Equilibrio emocional
Durante la adolescencia se pasa por una búsqueda de identidad, pero entre los 25 y 30 años, ya se pasó por eso y se está en una etapa emocional estable que resulta ideal para que el matrimonio dure más.
5. El pasado puede influir
Para el experto, al decidir casarte joven evitas que historias anteriores marquen tu matrimonio, como un divorcio, por ejemplo. Y es que sobre los 35 años una persona puede haber tenido hijos y más de alguna relación larga e importante.