[COLUMNA] Karen Uribarri: Esto es lo que deberías saber sobre tu vagina

Por Karen Uribarri @KarenUribarri | Miércoles, 7 de Febrero de 2018
[COLUMNA] Karen Uribarri: Esto es lo que deberías saber sobre tu vagina

Tal vez el éxito de la obra teatral 'Los Monólogos de la Vagina', de Eve Ensler, estuvo específicamente en el tratamiento de un tema que para muchas –y muchos- era un verdadero tabú y del cual se desconocía casi todo. Los prejuicios y la vergüenza asociada a la vagina han creado un bloqueo femenino tal, que se han convertido en un obstáculo para que la mujer conozca su cuerpo, descubra lo que le provoca placer y entienda el funcionamiento reproductivo y sexual de este.

Según el Dr. Norman Haire, en su libro 'Los grandes misterios de la sexualidad', la vagina es "un conducto membranoso y fibroso que se extiende desde la vulva hasta la matriz o útero. En su parte posterior, el cuello romo del útero penetra en el conducto como el tapón de una botella. Este espacio circular en cuyo centro se abre la entrada exterior del útero, se denomina bóveda vaginal".

Respecto a su estructura, el especialista dice: "Las paredes de la vagina, como las de las trompas y el útero, constan de tres capas", además, "la vagina presenta numerosos pliegues en las paredes anteriores y posteriores, lo cual permite distenderse. Además, su membrana mucosa contiene estrías que forman un dispositivo de fricción destinado a intensificar las sensaciones voluptuosas durante las relaciones sexuales".

La vagina también tiene cambios evidentes en el momento de las relaciones sexuales, al igual que el pene. Como posee numerosos vasos sanguíneos que se dilatan durante el coito, producen un fenómeno que permite que esta se adapte y oprima levemente el pene una vez dentro, logrando que las terminaciones nerviosas de ambos órganos entren en contacto más estrecho.

En cuando su tamaño, su longitud puede variar de 6 a 16 centímetros y depende, en gran medida, de la situación del útero. Es decir, mientras más abajo esté situado el útero, más corto será el conducto vaginal, porque hay que recordar que la vagina une la vulva (genitales externos) con el cuello uterino.

Ahora bien, como la vagina está diseñada para protegerse de las infecciones, por lo que las duchas directas o los rocíos sanitarios femeninos, la exponen a riesgos infecciosos muy importantes. Producto de la frecuente exposición a bacterias, la pared vaginal secreta además anticuerpos que la defienden contra los microbios indeseables.

En este proceso de auto limpieza es que durante el ciclo de ovulación se produzca un aumento hormonal que libera diariamente cerca de dos cucharaditas de secreción vaginal. Este flujo es el encargado de arrastrar las células muertas al exterior.

Hay mujeres a las que les preocupa de sobremanera el tema del olor vaginal. Pues para ellas, los médicos recomiendan evitar el uso de atomizadores y duchas vaginales, que aumentan las infecciones y alteran el PH natural. Además, aconsejan revisar frecuentemente la zona íntima para ver si está libre de infecciones, lesiones o flujos anormales, ducharse exteriormente día a día, usar jabones hipoalergénicos no irritantes y ropa interior de algodón. Evitar las prendas de lycra y de tejido sintético, sobre todo en épocas de calor. Además, usar papel higiénico sin aroma y tampones y toallitas sin esencias.

Es importante saber también que la vagina no está destinada únicamente a provocar placer en la mujer, sino que su función más importante está en la cadena reproductiva, es decir, es el conducto por el que ingresa el semen y nueve meses después de la fecundación, es el canal de salida del bebé en el parto. Si no existe fecundación, la vagina es el conducto que permite la liberación del fluido menstrual.

Por otra parte, como la vagina es un músculo, este también se puede ejercitar. Tonificar este músculo puede hacer aumentar el placer de la pareja incomparablemente. Por ello, se crearon los llamados ejercicios de Kegel, que están destinados a mejorar la vida sexual de la mujer. La idea es que cada vez que se sientan deseos de orinar, se contraiga la vagina y luego se relaje. Este movimiento debe hacerse repetidamente por el mayor tiempo posible. También ayuda contraer las paredes vaginales, al mismo tiempo que introducir dos dedos en el conducto. La idea es que los dedos sientan las paredes de la vagina y ojalá su contracción.

¿Cuál es el comportamiento de tu vagina durante el sexo? La vagina presenta múltiples cambios durante la relación sexual. Primero, se lubrica gracias a fluidos naturales secretados por las glándulas de las paredes vaginales. Luego, el tejido vaginal se congestiona con la llegada de la sangre, estrechando el canal vaginal y aumentando el calor corporal. Más tarde, cuando se desarrolla el orgasmo, se producen fuertes contracciones musculares, especialmente en el tercio exterior de la vagina. Una vez ocurrido el éxtasis, la vagina vuelve a su estado de reposo habitual, bajando la congestión y relajándose los músculos vaginales.

Es importante no olvidar que uno de los mayores enemigos de la vagina es la ausencia o disminución de estrógenos ocurrida durante la menopausia. Cuando esto ocurre, ésta se atrofia. El tejido vaginal se adelgaza y se vuelve seco, provocando dolor durante el coito, irritación vaginal, comezón y ardor. La falta de estrógenos además provoca un aumento de infecciones vaginales. Por eso es que es importante que seas conciente de tu salud sexual y acudas a control médico después de los 45 años para prepararte para lo que traerá consigo la menopausia.

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