Síndrome de Koro: un extraño y preocupante trastorno sexual

Si de cuestiones sexuales hablamos, existen muchos trastornos que pueden afectar tanto a los hombres como a las mujeres. En este caso se trata de uno particular y guarda relación justamente con uno de los temas que más se habla al respecto: el tamaño del pene. 

Más que para nosotras, suelen ser los mismos hombres los que les dan demasiada importancia a este tema. Tenerlo pequeño les otorga una categoría de poco masculino, o bien, le adjudica mala suerte en las relaciones. Ambas teorías son solo parte de la opinión popular, pero no hay una base científica que lo demuestre. 

Sin embargo, algo que sí provoca este tema es el llamado trastorno de Koro, un síndrome que afecta a un porcentaje pequeño de la población, pero aún así puede causar graves problemas psicológicos y físicos en quienes lo padecen. 

¿De qué se trata?

Es un trastorno psiquiátrico que se basa en la creencia de que el miembro viril se va encogiendo con el paso de los años hasta el punto de terminar introducido en el abdomen, provocándole la muerte el hombre que lo sufre. 

Esta enfermedad apareció por primera vez en Malasia y suele darse en hombres de origen asiático. Su nombre corresponde justamente al movimiento que hacen las tortugas cuando meten su cabeza dentro del caparazón. 

Ahora bien, aún cuando se podría creer que afecta solo a hombres, también lo pueden padecer mujeres. En el caso de ellas, estas creen que los labios de la vulva se introducirán hacia dentro produciéndoles la muerte. 

¿Cuáles son los síntomas?

Quienes padecen esta síndrome no viven tranquilos, ya que están constantemente expuestos a la idea de la muerte. Por lo general, quienes creen tener esta enfermedad es por alguna persona que intentó "quitarles el pene" utilizando brujería. 

Sufren síntomas mentales que deben tratarse con ayuda profesional y que se pueden traducir en ataques de ansiedad, pánico y otros aspectos con los que no se puede vivir un día a día, incluso reacciones como las que provoca la esquizofrenia. 

¿Por qué se originó este síndrome?

Partió justamente en lugares donde la educación sexual es escasa o casi nula y donde la brujería y la magia forma parte de la cultura. Por lo mismo, es complicado, ya que la solución no está en curar a la persona sino más bien en erradicar el pensamiento de esa cultura. 

Es más, puede parecer una enfermedad de fácil cura, sin embargo han ocurrido tres epidemias. En Singapur el año 1967 creyeron haber sido afectados por un cerdo envenenado, en 1976 en Tailandia a causa de un ataque vietnamita y en 1985 en China culparon al marxismo. 

¿Cuál es la solución?

Al ser mental, y como cualquier otro trastorno de este tipo, debe ser tratada por un experto y profesional. Al ser un síndrome de tipo cultural, no tiene un tratamiento en particular, pero se recomienda acudir a un experto de la psicología. Y la educación sexual termina siendo el pilar fundamental para evitar llegar a esto.