Kel Calderón sobre su padre: "La decepción es demasiado grande"

Ayer salió a la venta la última edición de revista Velvet, publicación que en su número aniversario logró una extensa y profunda entrevista que muchos esperábamos hace tiempo: a Kel Calderón.

En la conversación con la revista, la abogada se refirió a su particular, difícil, pero también muy provechoso 2020. Un año en el que según señaló creció más que en la última década.

Kel habló en extenso sobre el lío judicial que provocó su hermano Nano Calderón tras agredir a su papá, situación que después de muchas idas y vueltas, terminó con la influenciadora distanciada de toda su familia. Lleva meses sin hablar con su padre. 

"Fue súper triste, porque al final uno no puede salvar a una persona de sí mismo. Obviamente, esto no quiere decir que no quiera a mi papá, pero claramente en un minuto, a pesar de que uno quiere lo mejor y tiene las mejores intenciones, tomamos posiciones diametralmente distintas. A nosotras (con su hermana Francisca) nos citó la fiscalía a declarar y nosotras accedimos para colaborar con la justicia. Obviamente por eso se rompieron las relaciones. No hablo con él desde esa fecha (9 sept). Él decidió representarse solo porque no estaba de acuerdo con todo lo que pensábamos las personas que estaban a su alrededor", explicó Kel a LUN. 

Recordemos que Kel apoyó a su papá Hernán Calderón Salinas en la querella por parricidio frustrado en contra de Nano Calderón, sin embargo con el paso de las semanas, el abogado intentó cambiar el delito a delitos graves en el contexto de violencia intrafamiliar. 

Mientras Raquel Argandoña se dedicó a proteger a su hijo menor y el padre intentaba cambiar su querella para alivianar la carga legal de su hijo, la que quedó sola fue Kel, algo que se hace mucho más pesado pensando en las fechas que vienen. 

"Hay momentos complejos cuando no tienes a la familia. Me pasa que obviamente las familias de mis amigos tratan de acogerme, pero de repente el papá hace un brindis de cumpleaños o baila con la hija...es inevitable sentir algo en la guata. Yo no tengo eso, ni lo voy a tener. La decepción es demasiado grande (...) Nadie se imagina lo doloroso que es. Las fiestas son épocas particularmente tristes en estas circunstancias y por lo mismo no tengo intención de celebrar nada", cerró.