La rutina de "Nano" Calderón al interior del centro penitenciario Santiago 1

Ayer, en horas de la tarde, Hernán Nano Calderón  pasó de cumplir prisión preventiva en la clínica psiquiátrica privada El Cedro a Santiago 1. El informe psicológico estableció que el joven de 23 años tiene una alta "impulsividad" lo que lo hace un peligro para la sociedad, pero no enfrenta una condición mental grave que lo haga sujeto de estar recluido en un centro de salud.


Al llegar a Santiago 1, Nano pasó directo a enfermería para un control de rutina. De ahí pasó al módulo de cuarentena, espacio de 2 x 3 metros con luz artificial donde tiene cama y acceso a baño. Es vigilado por cámaras de seguridad y por gendarmes en las puertas. Al interior no mantiene grilletes ni esposas.


En este espacio recibe tres comidas diarias y colaciones. Además lo rondan médicos tres veces al día para evaluar su salud. Luego de  14 días, tiempo que dura la cuarentena por el coronavirus, el joven será evaluado y clasificado. De acuerdo a su irreprochable conducta anterior, lo más seguro es que pase al módulo de primerizos, donde podría compartir con personas con bajo compromiso delictual.


Cuando Nano pase a estas dependencias, tendrá derecho a los beneficios que tienen todos los imputados, como por ejemplo acceso al patio y a un programa de deportes en horarios específicos.


¿Visitas?

Mientras se encuentre en prisión preventiva y dada la emergencia sanitaria del coronavirus, Nano calderón sólo podrá comunicarse con sus cercanos a través de videollamadas. A lo único que podría acceder por mientras de forma presencial es a una conferencia con su abogado. Además, los familiares pueden ingresar tres bolsas con artículos permitidos al recluso los días martes y viernes.