"Me di cuenta bastante rápido de que lo amaba": Lana Del Rey se sincera sobre su matrimonio con Jeremy Dufrene
En una de sus entrevistas más íntimas y reveladoras, Lana Del Rey abrió una ventana a su nueva vida de casada, compartiendo detalles de su sorpresiva y apasionada historia de amor con Jeremy Dufrene, un guía de tours de caimanes de Luisiana. La cantante no solo confesó haberse enamorado "muy rápido", sino que también relató la insólita y perfecta respuesta que su esposo le dio cuando ella temía ser "demasiado difícil".
La artista de 40 años y Dufrene contrajeron matrimonio el pasado 26 de septiembre de 2024, en una ceremonia "hermosa y relajada", apenas unas semanas después de que surgieran los primeros rumores de romance. En una reciente conversación con W Magazine, la intérprete de "Young and Beautiful" explicó por qué todo fue tan rápido: "Me di cuenta bastante rápido de que lo amaba", afirmó.
Sin embargo, el inicio no estuvo exento de miedos. Lana reconoció que le preocupaba cómo su compleja personalidad y su arrollador estilo de vida podrían afectar la relación. "Me preocupaba volverme difícil por todo lo que yo traía a la mesa", dijo.
La respuesta de Jeremy fue tan inesperada como tranquilizadora, y resume la esencia de su carácter. Según la cantante, él le contestó: "Trabajo con caimanes, tengo la piel dura".
Un amor que calma la tormenta
Esa serenidad se convirtió en el pilar de la relación. "Todas las cosas que me molestaban —y eran muchas— él simplemente las escuchaba y me decía: 'Sé tú, yo solo te amaré más'", recordó la intérprete. A pesar de que ella sentía que sus "emociones estaban más intensas de lo normal", él permaneció inmutable, animándola a ser auténtica: "Él me decía: 'Si quieres, preocúpate por ti, pero no te preocupes por mí'".
Hoy lo describe como "la persona más impactante en mi vida", y revela que, tras el hermetismo público, se esconde un hombre muy comunicativo. "Conmigo habla todo el tiempo. Es extraño: Jeremy y yo tenemos lo que llamamos 'tiempo de estacionamiento'. Pasamos horas en aparcamientos, leyendo o conversando dentro del coche", indicó.
Una nueva vida entre caimanes
Esta nueva etapa también implicó una mudanza a Luisiana, un cambio que la enfrentó a nuevos miedos, como la presencia de reptiles. Sin embargo, lo que parecía una amenaza, se convirtió en parte de su rutina.
Incluso reveló una práctica que ha dejado a sus fans en shock. "¡Jeremy nada con los caimanes! Yo también nado en el pantano, y los caimanes están ahí, pero no nado sola", contó, demostrando su total adaptación a este nuevo y salvaje entorno.
Pese a esta apertura, la artista mantiene sus límites. "Han ocurrido demasiadas cosas personales de las que no puedo hablar", señaló, dejando claro que su enigmática aura, aunque matizada por el amor, seguirá intacta.