Sabrina Sosa revela las molestias por las que tuvo que cambiar sus implantes mamarios

Sabrina Sosa se encuentra disfrutando de un excelente momento profesional. La argentina acaba de asumir la conducción de Estilo chic de canal Vive de VTR por lo que sus fanáticos podrán verla en pantalla nuevamente.

Aunque su llegada al espacio televisivo se dio a conocer hace un mes. Sabrina decidió esperar para poder cambiar sus implantes mamarios con tranquilidad.

Desde hace 11 años que los tenía, sin embargo, algunas molestias encendieron las alarmas sobre la necesidad de intervenir nuevamente y reemplazarlos por unos nuevos.

"Voy súper bien, este lunes tuve control. Me operé el 2009 apenas llegué a Chile, me puse 310 centímetros cúbicos de silicona en cada mama con el motivo de integrarme a más rubros en TV. Con los años empecé con molestias, a sentirlas extrañas y comencé a consultar con doctores", explicó en primera instancia la conductora a LUN.

Fueron las ecografías y radiografías las que determinaron que había una rugosidad que la convertía en candidata para remover sus antiguos implantes con el fin de evitar alguna posible emergencia futura.

"Siempre sentí raro el pecho derecho, se veían ondulaciones en la prótesis, de repente me dolía y estaba más grande. Después de la lactancia (fue madre hace cuatro años) y con el paso de los años la piel cedió. Quizás siempre tuve una mama más grande que la otra, pero después de la lactancia se notaba mucho más, estaba más caída", recordó la modelo.

Para obtener el resultado deseado, sus opciones eran dos: "o me ponía prótesis mucho más grandes porque la piel estaba muy estirada o me realizaba una mastopexia donde reducen la piel y levantan, pero quedan más cicatrices. Lo pasé muy mal en la lactancia por el tamaño de mis prótesis, entonces pensé que si tuviera otro hijo no quería pasar por lo mismo, así que me decidí por la mastopexia y tuve muy buen post-operatorio, con muy poco dolor".

Sabrina no debería volver a presentar molestias en sus nuevos implantes con los que se mostró feliz y conforme. "Me puse 325 en la izquierda y 300 en la derecha. En mi reciente mamografía me dijeron que en esta última tengo más tejido mamario, por eso los dolores. Estas medidas fueron para emparejar el tamaño. Al principio hice esto por algo de salud, pero al ver el resultado estético siento que también valió la pena", finalizó.