¡Cuidado con los diuréticos! En exceso pueden ser peligrosos

Si bien los diuréticos pueden ser muy beneficiosos en algunas ocasiones, en otras pueden convertirse en una verdadera amenaza para la salud por los efectos secundarios que generan y que no siempre se les presta atención.  

Por lo mismo, antes de consumir uno, es fundamental que te asesores por un médico o especialista en el tema. Si no, podrías sufrir de alguna de estas desagradables consecuencias.


1. Deshidratación

La mayoría de los diuréticos actúan sbre el riñón, dando origen a una mayor producción de orina, lo que provoca que la persona pierda mucha agua y pueda deshidratarse. 

Por lo mismo, debes recordar que estos no son medicamentos para adelgazar, sino que lo que hacen es eliminar agua del cuerpo. Si orinas demasiado oscuro o sientes la boca seca, necesitas hidratarte con urgencia. 

2. Mareos

Al eliminar orina en exceso se puede producir una desnutrición, lo que genera los mareos. Tampoco debes mezclarlos con antiinflamatorios, ya que esa mezcla potencia el vértigo. 

3. Problemas al corazón

Es normal sufrir una gran pérdida de potasio al tomar diuréticos, lo que afecta al corazón llegando a provocar -incluso- arritmias cardíacas. Si tienes bajo el nivel de potasio, debes tomar un suplemento. 

4. Piel sensible

Algunos de estos fármacos pueden hacer que tu piel se vuelva mucho más sensible, provocando irritaciones. 

5. Problemas renales

La mayoría de estos medicamentos buscan tratar alteraciones renales, pero a veces eliminar más agua de lo normal provoca el efecto adverso. No debes combinarlos con otros medicamentos y su uso debe ser siempre controlado. 

6. Cansancio

Al eliminar mucha agua también se pierden también minerales y vitaminas, lo que dará lugar a fatiga y cansancio. Sentir muchas ganas de ir al baño en las noches hará que te despiertes constantemente, interrumpiendo tus horas de sueño.  

Además, debes tener en cuenta que hay bebidas y alimentos que consumimos a diario y que también son diuréticos per se, como el café y el té.

Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, recuerda que lo mejor es siempre consultar con un experto.