¿Por qué el cerebro está preparado para ganar dinero y no ahorrar?

Por Carol Caro @karolglam | Miércoles, 7 de Noviembre de 2018
¿Por qué el cerebro está preparado para ganar dinero y no ahorrar?

¿Tienes la costumbre de ahorrar parte de tu sueldo? Muchas personas no han desarrollado esta positiva práctica, porque en varios casos el sueldo está destinado al pago de cuenta o derechamente porque prefieren gastarse el dinero en otras cosas. Sin embargo, un estudio reveló que la mente humana está programada para buscar oportunidades y ganar dinero, pero no logra reconocer las oportunidades de ahorrarlo.

La investigación fue realizada por la Universidad de Cornell y consistió en realizar un análisis cuantitativo en el que 78 participantes (40 de ellos, varones) identificaran en una pantalla los colores que se les mostraban: un color asociado a ganar dinero, que les daba USD 30 centavos, otro que no tenía valor monetario y otro asociado al ahorro, que les evitaba la pérdida de USD 30 centavos. El 87,5% de las personas identificaron más rápidamente y sin error el color de ganar dinero que el de ahorrar.

Resultados
Los investigadores les pidieron a los voluntarios que informaran cuál era el color que veían primero, pese a que el primero correspondía al color del ahorro. De igual forma tres de cada cuatro personas dijo que era el asociado a ganar dinero. Es decir, que la preferencia por ganar dinero probablemente sea tan fuerte como para alterar la percepción del tiempo.

"Es una percepción tan poderosa que literalmente distorsiona la lente con que uno ve las cosas", dijo a The Wall Street Journal (WSJ) Adam Anderson, codirector del Laboratorio de Emociones y Cognición de Cornell, coautor del trabajo. "No es que a las personas no les importe ahorrar. Es que estamos ciegos, de alguna manera, a esas oportunidades cuando se nos presentan".

Incluso este patrón nuevamente quedó confirmado en otros ejercicios en los que se le presentaba el ahorro como una fuente de ingresos que llegaría en el futuro, los participantes siguieron identificando mejor la ganancia inmediata. Este efecto inconsciente distorsiona percepciones básicas e interfiere con la aversión a la pérdida, el impulso humano a proteger lo que se posee.


Los expertos concluyeron que esta práctica sea adquirida, no innata, dijo Anderson. Como ejemplo ofreció el trabajo: cada vez que una persona lo realiza, practica cómo se gana dinero. En cambio, no practica el ahorro con la misma frecuencia e intensidad. "Imaginemos que en el cerebro hay un músculo para el ahorro que no se usa mucho. Podemos ejercitarlo más", comentó el investigador a WSJ.

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