Si tienes estos síntomas sufres el "Síndrome de la Mujer Acelerada"

Por Javi Pacull @javipacull | Martes, 11 de Julio de 2017
Si tienes estos síntomas sufres el

¿Duermes mal? ¿Te sientes todo el tiempo cansada? ¿Sientes ansiedad permanente? ¿Te sientes emocionalmente inestable? ¿Comes rápido casi sin masticar? ¿El café es la bencina de tu jornada? ¿No te sientes capaz de pedir ayuda o delegar? ¿Ya no te acuerdas cómo relajarte? Te contamos que estos no solo son síntomas de un estrés, sino también puedes estar sufriendo lo que se ha llamado como el Síndrome de la Mujer Acelerada, un mal que afecta a muchas mujeres profesionales y dueñas de casa que tratan de tener el control de todos los aspectos de su vida, pero con un gran costo asociado: su salud.

El Síndrome de la Mujer Acelerada es un mal de nuestros tiempos. Así lo constató hace un par de años la doctora Libby Weaver, quien trabajó por años con mujeres con trastornos biológicos y alimenticios, incluyendo algunas con síntomas de menopausia, pérdida del apetito sexual y ovario poliquístico, llegando a la conclusión que el frenético estilo de vida que tenemos hoy ha generado este síndrome que explica en su libro Rushing Woman´s Syndrome, The Impact of a Never Ending To-Do List on Health.

El creerse "súpermujer" tendría serias consecuencias en nuestra salud mental, pues aunque nos resistamos a creerlo nuestro organismo no está preparado para sobrellevar este estilo de vida tan exigente.

Lo que explicaría este trastorno biológicamente es que cuando nos sentimos estresadas, nuestro organismo se siente atacado generando altas dosis de adrenalina afectando incluso nuestra presión arterial. Este estado de alerta constante provoca que nos cueste ver las cosas con objetividad, poniendo al mismo nivel un problema sencillo de uno enorme. A la larga los altos niveles de esta sustancia provoca depresión, ansiedad, problemas de sueño, baja libido e -incluso- alteraciones en el ciclo menstrual. A eso se suma que para sentirnos mejor caemos en el consumo de café, azúcar y alcohol. Esto también puede provocar un aumento de peso que afecta aún más la autoestima y haciendo cada vez más difícil salir del problema.

Para salir de este círculo vicioso sería conveniente seguir alguna de las siguientes recomendaciones que Weaver indica en su libro, como por ejemplo: no intentar controlar todo, reducir el consumo de sustancias, aprender a decir que no para no y no ponerme metas imposibles de conseguir. Obviamente estos pequeños cambios en la vida deben hacerse al mismo tiempo que se recurre a un profesional de la salud mental que nos oriente y guíe el camino.

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