Ignacia Allamand: "Dejé de mirarme el ombligo y empecé a mirar a mi alrededor"
La cuarentena ha sido un tiempo de reflexión para muchas personas. Una de las que ha aprovechado el encierro para analizar su vida y lo que pasa en el mundo es Ignacia Allamand.
La participante de Masterchef Celebrity compartió una columna en Nueva Mujer, donde destacó lo positivo que ha traído la cuarentena y la oportunidad que significa para los afortunados que pueden cumplirla.
Después de relatar que los primeros días de encierro la invadió un profundo temor y que debió quedarse en casa de sus familiares pues no quiso arriesgarse a volver a su casa en México, la actriz contó sobre cómo la tocó en lo personal y laboral esta crisis sanitaria.
"Vino la cancelación de los proyectos, el aumento de los casos, la cuarentena obligatoria y el toque de queda, y nuevamente me sentí muy indefensa frente a una situación tan grande, e invadida por una sensación a la que no estoy acostumbrada, porque son pocas las cosas que me asustan. Siempre he creído que el temor es una señal de alerta, pero también un impulso, una prueba del universo para obligarnos a preguntarnos si realmente queremos eso que estamos persiguiendo", escribió.
Pero decidió dejar de ver lo malo y enfocarse en lo bueno que ha traído el confinamiento, sacando lo mejor de las personas.
"Pero un día me di cuenta. Creo que fueron las noticias que empezaron a aparecer sobre las mejoras a nuestro ecosistema, la libertad de los animales, la claridad de las aguas. Los artistas empezaron a hacer conciertos desde sus casas y los científicos y guías espirituales, que hasta hace semanas sólo eran accesibles por varios miles de dólares, estaban dando conferencias de forma gratuita y todos los días. Instagram se llenó de clases de baile, de personas tratando de hacer más felices a otras personas. Y aunque no tenía energía para levantar una pata, me sentí profundamente afortunada. Mi realidad era, es y siempre ha sido, de un privilegio total. Y empecé a pensar en todas esas personas que no pueden quedarse en sus casas porque no pueden prescindir de sus trabajos, que se exponen día a día en el transporte público, en los profesionales de la salud que están dando la batalla por no colapsar un sistema de salud, que sabemos, está muy por debajo de aquellos que ya no dan abasto en el “primer mundo”, y tantos otros que no tienen la oportunidad que yo tengo. También, en quienes inevitablemente van a perder la vida, o a sus seres queridos. Dejé de mirarme el ombligo y empecé a mirar a mi alrededor", agregó Ignacia.
También destacó la importancia de no juzgar a nadie por cómo esté enfrentando la cuarentena.