Muchos de los secretos de belleza consisten simplemente en no cometer ciertos errores de manera constante, incluso antes del maquillaje. Todos ellos son de fácil corrección y sólo dependen de ti.
Aún cuando tenermos esto claro, hay algunas "caídas" que ocurren en forma casi involuntaria. Aquí las identificamos y te las compartimos para que no vuelvan a pasarte.
1. Maquillarte en el metro o micro
Todo lo que tocas con tus manos, desde que sales de tu casa, está lleno de bacterias. Imagínate las millones que acumulas después de afirmarte en pasamanos, torniquetes, de tocar el timbre... y así suma y sigue. Lo peor es que todo esto va directo a tu cara mientras te maquillas. Además la luz artificial nunca es recomendable para retocarse, siempre es mejor preferir la luz natural. Además, entre tanto, balanceo podrías pincharte un ojo, mancharte los párpados con la máscara de pestañas o conseguir un delineado nefasto muy lejos de lo que querías lograr.
2. No lavar tus brochas de maquillaje
La frecuencia con la que debes lavar tus brochas dependerá del tipo de maquillaje y el uso que le des, ¡Pero debes lavarlas sí o sí! Las esponjas y aplicadores también se llenan de microorganismos que pueden causarte infecciones, y la suciedad tapará tus poros y harán que aparezcan puntos negros. Los residuos de maquillaje que quedan en tus brochas hacen que estas mismas no funcionen tan bien como al principio cuando estaban limpias.
3. Los excesos
Es ley, y en todo orden de cosas. Si crees que maquillarte significa "pintarrajearte" y con tonos extravagantes, estás cometiendo uno de los peores errores. Muchas veces sólo es necesario resaltar algunos rasgos que te gustan de ti y disimular los que no.
4. La piel seca
¡Es lo más importante a la hora de maquillarte! Aunque uses los mejores productos del mundo, ninguno de ellos esconderá tu cara reseca. Lo mejor es hidratarla constantemente y no sólo cuando vayas a ponerte makeup. Lavar tu cara por las mañanas y en las noches también te ayudará a lucir siempre fresca, ¡La limpieza es clave! Si eres propensa a sudar, siempre seca tu cara cuando la sientas muy húmeda para evitar la aparición de granitos.
5. Prestar tu maquillaje
Es personal, por lo tanto no debería estar en la cara de nadie más. Y no, no es de "mala onda", pero además de la posibilidad de contraer infecciones, tú o la persona a quien se lo prestas podría tener acné o sufrir de alguna reacción alérgica y contagiártela.
6. Usar productos vencidos
Por si no lo sabías, el maquillaje también tiene fecha de vencimiento, y debes estar atenta porque generalmente irritan tu piel cuando llevan más tiempo de lo recomendado en tu cosmetiquero. Un consejo: revisa cada cierto tiempo si tus productos han caducado.
7. Dormirte maquillada
Si sabes que esto es malo, ¿Por qué lo haces? El maquillaje "eterno" puede causarte brotes de acné y dilatación de los poros, ya los productos sobrantes se instala en ellos y los extiende, haciéndote lucir la piel áspera y envejecida.
¿Estás lista para hacer un cambio completo de rutina?