Aunque parezca algo obvio, no lo es para todas. Es más, algunas cambian la marca de la raya con los años. Puede ser por comodidad, estilo, por moda o porque simplemente descubrieron la forma de llevar la partidura que mejor les queda.
Según los expertos, la partidura es un factor fundamental y según cómo la lleves puedes destacar facciones, ocultar cosas que quieres tapar, endurecer o ablandar tu aspecto, entre otros.
Entonces, ¿cómo me la hago?
Los profesionales del peinado sugieren que es tu misma melena la que dirá dónde debe ir la raya. Si tienes un remolino, no puedes hacer al lado opuesto, es más, lo ideal es favorecer la caída natural del pelo. Y al dejarlo caer libremente, marcará la línea.
Ahora bien, si no hay remolino aparente y te preguntas si al centro o al medio, el factor determinante puede ser la forma de la cara. Si se trata de un rostro más redondo o cuadrado, entonces quedará mejor en el centro para alargar facciones. Y si es alargado, con la partidura al lado consigues el efecto contrario.
La frente también puede ser crucial en la decisión. Si es muy amplia, puedes disimularla llevándola hacia un lado o en diagonal.
Por otro lado, están los que sugieren mover el pelo, a pesar de tener una raya determinada, así le das más movimiento y volumen al pelo. Y aseguran que no es bueno tenerla exactamente igual siempre, porque puede haber caída en esa zona.
Todo lo anterior es ideal si eres de pelo liso, por el contrario, si eres crespa las cosas cambian. Los profesionales del pelo coinciden en que debe ser diagonal o no muy marcada. De esta forma la melena cae de forma natural y con volumen propio.
Las que usan chasquilla deben tener especial cuidado, y en ese caso es mejor consultar personalmente a tu peluquero, y así analizar en conjunto todos los factores: frente, tipos de rostro, liso, crespo, etc.