Princesa Ana de Inglaterra, la hija olvidada de Isabel II

Por Sole Hott @solehott | Sabado, 25 de Agosto de 2018
Princesa Ana de Inglaterra, la hija olvidada de Isabel II

Si te preguntan por el nombre de los hijos de la reina Isabel II, lo más probable es que el príncipe Carlos sea el primero que venga a tu cabeza. Pero hay más, pues también están Ana, Andrés y Eduardo. 

Ana de Inglaterra es la única hija de la Reina, poco querida por la prensa, enemiga de Lady Di y definitvamente la favorita del Duque de Edimburgo. Pero hay más sobre la hija "olvidada" por Isabel II. No solo es campeona olímpica, sino que toda una apasionada de la hípica, y si bien ha querido pasar inadvertida, su carácter ha conseguido todo lo contrario. 

Quizás hoy sea la más silenciosa de la corona británica, pero décadas atrás era ama y señora de los titulares. 

Ana nació el 15 de agosto de 1950 y, desde el día en que llegó al mundo, le robó rápidamente el trono a Carlos, pero no el de la corona, sino más bien el de cariño paterno. Felipe de Edimburgo se rindió ante la pequeña Ana. 

Desde pequeña mostró una personalidad fuerte, extrovertida, atrevida e incluso descarada. Lo que era bastante diferente a a su hermano mayor, quien siempre fue más tranquilo, tímido y sensible. 



Si bien entre Carlos y Ana hubo más de alguna diferencia, la reina nunca se ha caracterizado, según los expertos en realeza, por ser una madre demasiado atenta con sus hijos. Es más, cuentan las biografías autorizadas que el día en que le quitaron las amígdalas a la pequeña, fue la enfermera quien acompañó a la niña. Sin embargo, la princesa nunca le ha reclamado nada a su madre, no así su hermano Carlos. 

Lo que sí comparte con su madre es el amor por los caballos y la hípica, algo que Ana desarrolló como una pasión, al punto de ser su mismo padre, el duque de Edimburgo, quien diría alguna vez "Si algo no se tira peos ni come paja, a Ana no le interesa". 



Por la misma razón, sus primeras parejas vinieron justamente de ese mundo. Es más, se dice que su gran amor fue Andrew Parker Bowles, romance que se vio frustrado justamente por su actual cuñada, Camilla. Ese despecho ter.inó en el matrimonio de Camilla con Andrew en 1973, y al poco tiempo, Ana se casó con el jinete Mark Phillips. 

La boda real de la princesa fue la primera en ser retransmitida por televisión a color. Ana y Mark tuvieron dos hijos, Peter y Zara. Pero no habría un final feliz para la pareja, pues en 1989 anunciaron su separación. ¿Lo malo? Las razones del fin del matrimonio que no solo fue por falta de entendimiento entre ambos, también hubo infidelidades por los dos lados y demandas de paternidad puestas por el mismo jinete. 

Pero el amor le volvió a dar una nueva oportunidad al amor, y tiempo después se casó en Escocia con Timothy Laurence, con quien lleva 26 años de matrimonio hasta la fecha, siendo la más estable de la Familia Real Británica. Aún así, los cercanos a la corona y expertos en realeza señalan que los hijos de Ana guarda una excelente relación con su padre, pero no así con el padrastro. Principalmente son cordiales para no hacer enojar a su madre. 

Volviendo a su hermano Carlos, si hay algo que ha caracterizado a la princesa Ana es su enemistad con la prensa. Los medios la catalogan de "dura, seca y fría". Quizás justamente por la presencia de Lady Di en la familia, a quien los medios amaban a tal punto de acosarla. 

La esposa de Carlos era todo lo que Ana no y, a medida que aumentaba la popularidad de Diana, la de Ana disminuía. Mientras la hija de la reina encontraba que Diana de Gales era demasiado sensible, se dice que la mamá de William y Harry decía que Ana era muy masculina, incluso llegó a decir que se afeitaba. 



El príncipe Carlos se vio obligado a elegir entre su esposa y su hermana en reiteradas ocasiones. Decisión que quedó clara en todos los eventos relacionados con sus hijos, como los bautizos. Carlos era el padrino del hijo de Ana y, cuando nació William, quiso devolverle el gesto, pero Lady Di se negó, al igual que con Harry. 

Pero Ana guardaría sus palabras para después y, al ver que el matrimonio de su hermano se desmoronaba, no dudó en señalarle a Lady Di que ella era el problema. "Antes de tu llegada casi no había rendijas. Ahora el barco está lleno de agujeros y se está yendo a pique", le dijo a la fallecida princesa de Gales.

Aún así, las cosas han cambiado y con los años la princesa Ana se ha convertido en un miembro respetado de la realeza. Y al dedicarse a trabajar lejos del protagonismo, las encuestas la dan a ella como la más adecuada para asumir el trono. 



La beneficiencia es una de las cosas a las que más tiempo dedica, pero la hípica sigue siendo su mundo. Fue campeona de esta disciplina en los Juegos Olímpicos de Montreal (1976) y en la actualidad es Presidenta de la Asociación Olímpica Británica y miembro del Comité Olímpico Internacional.

Una mujer tranquila, dedicada a los caballos y las beneficiencia, fuera del foco, prefiere cuidar de sus nietos y mantenerse en segundo plano, donde siempre quiso estar, o quizás no. 

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