¿Sabías que las guaguas pueden tener insomnio?

Por Sole Hott | Lunes, 30 de Julio de 2018
¿Sabías que las guaguas pueden tener insomnio?

Sí, tal como lees. Los recién nacidos pueden sufrir este trastorno del sueño, pero a partir de los seis meses. ¿La buena noticia? Hay un porqué y un forma de tratarlo. 

Dentro de los trastornos del sueño podemos encontrar dos grupos, las parasomnias y las disomnias. El primer caso afecta directamente la calidad del sueño y se manifiesta en pesadillas, terrores nocturno o sonambulismo, mientras que el segundo grupo perjudica la cantidad, y en este caso el insomnio es lo más común. 

Si bien se asocia a los adultos, lo cierto es que las guaguas también pueden sufrir de insomnio. Es más, los expertos aseguran que entre el 25% y 30% de las consultas a los pediatras están relacionada con problemas de este tipo, y la mayoría de los casos corresponde a no poder conciliar el sueño. 

Existen varios tipos de insomnio. A tu bebé puede costarle mucho dormirse, o bien, despertarse muchas veces durante la noche. Esto último algo muy común en los recién nacidos y se debe a los ritmos del sueño, los cuales todavía no funcionan de forma estable. 

En los primeros meses los pequeños necesitan dormir muchas horas, hasta 17 en el caso de los recién nacidos. Pero estas se reparten en ciclos de tres o cuatro horas. A medida que pasa el tiempo estos periodos van cambiando y ellos se mantienen más tiempo despiertos, reduciendo así las horas de sueño y alargando los ciclos. 

Alrededor de los nueve meses es cuando ya logran dormir nueve horas por la noche y dos siestas. Pasado el año de edad, hacia los 18 meses, el niño duerme en la noche y una siesta. Y así sucesivamente. 

Pero cuando sufren de insomnio estos ritmos cambian, y los padres suelen recordar siempre que su hijo tenía un "mal dormir", ya sea porque les costaba que cociliara el sueño o porque se desperaba constantemente. Y es que los niños muy pequeños pueden llegar a despertarse ¡hasta 15 veces por noche! Debido a los ciclos de los recién nacidos, recién se puede hacer un diagnóstico cuando ya han pasado los 6 meses y deberían dormir más. 

¿Cuáles son las causas?

Puede ser por razones conductuales, psicológicas o médicas. La más habitual es un mal hábito de sueño, esto porque no es fácil para los padres instaurarles las rutinas de sueño. Independiente del método, se les debe enseñar una rutina que llevarán siempre antes de irse a dormir. 

De esta forma los niños ya saben que deben irse a dormir. De ahí que estos hábitos sean básicos y esenciales. Si esta es la conclusión ante el insomnio del pequeño, se puede solucionar estableciendo pautas con la ayuda de un psicólogo infantil o experto en el tema. 

Si la causa es estrés, debido a miedos, problemas de los padres, horarios irregulares, etc., las rutinas también hacen la diferencia. Esto es más común en niños más grandes, y la inseguridad de los pequeños puede llegar a provocarle trastornos del sueño. 

Y en el caso de la causa del tipo médica, los problemas más típicos son: 

- Dolor debido a alguna enfermedad. Si es pasajero, el insomnio también lo será. 

- Alergia, las molestas propias de esta puede afectar el sueño de los pequeños. 

- Enuresis, micción involuntaria o incontinencia urinaria de los niños. Esto puede producirle estrés a los más grandes por miedo a mojar la cama, por ende, alteran su sueño. 

¿Cómo se trata?

A diferentes causas, variadas soluciones. Si se debe a algo médico, lo más probable es que el doctor recurra a algún tipo de fármaco con el fin de solucionar lo que provoca el insomnio. 

Pero los expertos recomiendan siempre primero tratarlo por el lado psicológico, optar por las pautas y rutinas, ya que suelen ser más efectivos ayudando a los niños a dormir.  

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