Los expertos aseguran que en muchas ocasiones son etapas por las que pasan los niños. Pero también puede ser el simple hecho de tener más ganas de jugar que de comer, o bien, directamente no les interesa comer. Y la consecuencia de cualquiera de estas razones es que la comida termina siendo una real batalla.
Pero tranquila, todo tiene solución y estas recomendaciones prometen hacerlo más sencillo.
1. Que coma lo que le gusta
Esto no quiere decir que lo dejes almorzar chocolate con papas fritas, pero sí puedes poner en la mesa, o incluir en la comida, algo que le guste a él como premio. Como una gelatina, en caso de gustarle lo dulce.
2. Paciencia con el lenguaje
Siempre será mejor el incentivo positivo, los castigos solo traerán pero comportamiento en los niños, hará que se enoje y no coma. Ten paciencia.
3. Cosas de grande
Comer solo, usar un vaso de grandes, elegir la comida... Todos estos detalles pueden animar a que tu hijo se siente en la mesa a comer. Se sentira más 'grande' y olvidará los pensamientos negativos hacia la comida.
4. Dejarlo participar en la cocina
Para despertar su interés otra opción es incentivarlos haciéndolos participar en la elaboración de la comida.
5. Platos atractivos
Los niños pueden ser muy selectivos con la comida, tipo no pescado ni verduras, pero si pollo y tallarines. Es ahí cuando tienes que hacer los platos que no le gustan más atractivos a la vista, como hacerle caras con las verduras.
6. No lo obligues a comer
Solo dará peores resultados. Si un día no quiere comer, o ha comido muy poco, déjalo levantarse y cuando esté más relajado vuelve a intentarlo, pero sobre la base de la importancia de comer.