7 artefactos de la "montaña rusa” poética de Nicanor Parra

Por Javi Pacull @javipacull | Martes, 23 de Enero de 2018
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El poeta nacional Nicanor Parra murió hoy a los 103 años dejando un legado que durará por siempre en la historia de la literatura chilena. Su anti poesía llegó a irrumpir una prosa que hasta entonces era de características clásicas y formales.

"Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa", describió el poeta su trabajo literario en más de una oportunidad.

Su poesía salió de las calles, del razonamiento, de la profundidad de lo cotidiano y del humor. Una literatura curiosa para muchos y una verdadera genialidad para otros. Su estilo le hizo ganar algunos detractores de su mismo rubro, unos naturalmente más clásicos que él. Sin embargo, otros lo levantaron y lo ubicaron en un lugar de prestigio por su gran particularidad.

Don "Nica", como muchos le decían, no fue un poeta que vivió de la nostalgia, sino de la lógica reflexiva. Sus estudios matemáticos y físicos nunca lo desviaron de su camino artístico, sino le regalaron la posibilidad de hacer de su métrica literaria su gran arma de seducción.

Su trabajo  valiente y rupturista, se caracterizó por ser humorísticamente provocador y movilizador, algo que lo ubicó en un sitial protagónico al interior del mundo de las letras nacionales, razón por la cual ganó algunos de los premios más relevantes de la literatura nacional e internacional, como el Premio Nacional de Literatura en el año (1969), Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1991), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2001), Premio Miguel de Cervantes (2011) y Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2012).

El lápiz y el papel no fueron suficientes para Nicanor Parra, por eso el juego literario se entremezcló en su trabajo poético dando vida a sus reconocidos Artefactos.

Estos son algunos de los más recordados. 

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