¿Por qué Estados Unidos prohíbe el consumo de la lechuga romana?

Recientemente el Centro de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (la CDC), lanzó una alerta sobre esta variedad de lechuga. Es más, sugirieron a los ciudadanos botarla si la tenían en sus casas, y a los restaurantes y supermercados, no venderla ni servirla. 

Esto sucedió luego de que 32 personas en 11 estados del país se infectaran con Escherichia coli, enfermedad que ha mantenido hospitalizados a 13 personas desde el mes de cotubre. Afortunadamente no se han registrado muertes, hasta ahora. 

Pero la CDC ha sido tajante al respecto, y recomienda no solo no comer lechuga romana, sino que tampoco mezclas de ensalada que puedan tenerla. Además, sugieren limpiar el lugar donde estuvo almacenada y botarla, aún si comieron y no se enfermaron. 

Ahora bien, el organismo de la salud ha dejado claro que no está diciendo que toda lechuga romana está infectada, pero al no encontrar , todavía, el origen del peligroso brote hay que ser precavidos. 

Los síntomas de la bacteria de E. Coli se manifiestan luego de tres o cuatros días después de haberla consumido. Dentro de estos la persona sufre calambres estomacales muy graves, diarrea y vómitos. Y la persona debería recuperarse en una semana. 

Sin embargo, hay quienes pueden sufrir una insuficiencia renal, el síndrome urémico hemolítico, el que puede llegar a ser mortal, aunque la mayoría se recupera en un par de semanas. 

Estados Unidos ha tomado esta decisión, ya que anteriormente, entre marzo y junio, también se produjo un brote, pero este causó la muerte de cinco personas. 

Para entender más la alerta norteamericana debemos recordar que la E. coli es una bacteria que se cnuentra en alimentos y el medioambiente, y si bien la contaminación suele ser de origen fecal (provocado por el transporte en canales abiertos), en este caso no han descubierto cómo se produjo, de ahí la alarma. 

Dentro de sus efectos, están los síntomas que ya nombramos, además de infecciones del tracto urinario, enfermedades respiratorias, infecciones del torrente sanguíneo, entre otras enfermedades. 

Y siempre que hay un brote de este tipo, y de esta bacteria, se debe lanzar la alerta, localizar y retirar los productos del mercado, y, en este caso en particular, destruir los cultivos.

Por ahora, la petición de no comer este tipo de lechuga es una medida de precaución hasta que se conozca el origen.