¿Cómo prevenir los accidentes de niños en la piscina?

Por Macarena Carrasco @maca__carrasco | Viernes, 4 de Enero de 2019
¿Cómo prevenir los accidentes de niños en la piscina?

El verano ya está en todo su esplendor, y con él, comenzó la temporada de piscina y playa, donde nuestros hijos disfrutan de esta actividad, mientras capean el calor.

Pero además de la diversión, la seguridad también es un factor importante a considerar. Y existen varios consejos para garantizar la seguridad de los niños cuando están dentro y fuera del agua, donde la supervisión de los padres y adultos es clave en cada momento.

¡Toma nota!

1. Poca profundidad:

Siempre hay que tener en cuenta que los niños se pueden ahogar en agua de muy poca profundidad. Según la Academia Americana de Pediatría, un niño pequeño podría ahogarse en una piscina de 10 cm de altura, peligro que aumenta en el caso de un lactante que está empezando a caminar, por lo que mantener una piscina con poca agua no evita el riesgo en niños muy pequeños.


2. Clases de natación:


La evidencia actual es que los cursos sirven en niños entre 1 a 4 años. Si bien no es muy categórica, la Academia Americana de Pediatría, valida este tipo de entrenamiento según la decisión de los padres, las características del desarrollo motor, cognitivo y emocional del niño y de la frecuencia en la exposición al agua.

Sin embargo, no se recomiendan en menores de un año, ya que su aparato músculo esquelético no está preparado para sumergirse o sostener mucho tiempo la flotación. El riesgo es que los padres de un niño, con entrenamiento en natación, pueden disminuir su grado de vigilancia, lo que puede ser fatal.


3. En el hogar:
 

Cuando los niños se bañan en casa, nuevamente la vigilancia de los padres es esencial y deben tomar ciertos resguardos:


· Cercas de altura: contar con una cerca de altura de mínimo 120 centímetros que actúe como barrera de protección contra las caídas al agua, y que si tiene puerta de acceso, ésta debe ser de igual altura, abrirse hacia afuera y cerrarse de manera automática. La reja no debe permitir el escalamiento de niños pequeños.


· Cubre piscinas: cubrir la piscina no evita que el niño se ahogue. El especialista sugiere cubrirla completamente, o definitivamente sacarla.


· Juguetes inflables: no dejar a la vista juguetes que puedan atraer a los niños pequeños a meterse solos al agua. Tampoco utilizar este tipo de productos como protección, sino que privilegiar un chaleco salvavidas certificado como tal.


· Vigilancia permanente: el gran consejo para los padres es no perder de vista a los niños en la piscina y no distraer la atención con aparatos electrónicos, como celular, computador, etc. Sus hijos necesitan vigilancia al cien por ciento a la hora de estar en el agua, aunque tengan destrezas en natación.


4. Piscinas públicas y normativas:


Los padres no solo deben preocuparse por la vigilancia de sus hijos, sino que también exigir las medidas mínimas de seguridad en lugares públicos, como:


· Personal de vigilancia y de reanimación: deben ser profesionales entrenados específicamente para esa labor.


· Señalización: las piscinas públicas deben tener señaléticas de seguridad y las indicaciones claras de, por ejemplo, cuál es el lado con mayor y menor profundidad en la piscina.


· Material antideslizante: es importante fijarse que en los alrededores de la piscina haya un piso de material que permita que los niños no se resbalen.


· Evitar que los niños corran: es responsabilidad de los padres que los menores no corran y no hagan juegos bruscos al interior o fuera de la piscina.


5. Reacción alérgica:
 

Los padres no solo deben exigir que las piscinas cumplan con las normativas vigentes, sino que también con la limpieza del agua. Para eso el pH debe estar regulado entre 7,2 y el 7,6 para evitar que los niños puedan sufrir irritación en la piel y los ojos.

6. Protección solar: 

Una buena pantalla o bloqueador solar, es vital para pasar un buen día de piscina con o sin exposición al sol. La piel de un menor debe ir protegida de los rayos ultravioletas, idealmente en formato loción ya que tienen mayor duración. Volver a aplicar después de cada baño si es necesario. La indicación para uso de bloqueadores es habitualmente a partir de los 6 meses de edad.

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