¿Por qué dormir una siesta en el trabajo mejoraría la productividad?

Por Carol Caro @karolglam | Martes, 24 de Abril de 2018
¿Por qué dormir una siesta en el trabajo mejoraría la productividad?

Dormir siesta es una actividad que se práctica con frecuencia los fines de semana, pero durante la semana es casi imposible hacerlo porque estamos trabajando y, a diferencia de otros países desarrollados, Chile aún no integra a su sistema laboral esta actividad que, para la ciencia y la medicina, es una efectiva herramienta de productividad y  sirve para mejorar la salud. 

Si tenemos esta actividad arraigada durante los fines de semana, ¿Qué pasa cuando estamos en la oficina y la somnolencia nos atrapa? El neurólogo y especialista en temas de higiene del sueño Bors Mena, de Clínica Somno, nos comenta cuáles son los beneficios de dormir siesta todos los días y por qué debería ser algo a implementar en los trabajos.


Es muy factible que después de almorzar baje sueño, ya que el organismo empieza a trabajar más para procesar los alimentos que consumimos. A esto se suma que la somnolencia generada por un sueño insuficiente en cantidad y/o calidad durante la noche. "Pueden existir faltas de memoria, lentitud de respuestas, cansancio físico y disminución del rendimiento. Todo esto causando un aumento variable en la siniestralidad laboral, personal o a terceros", comenta el Dr. Mena.

El especialista también manifiesta que, de manera fisiológica, está demostrado que nuestro ritmo biológico entre las 13:00 y las 15:00 horas siente una fuerte somnolencia y caída de alerta, "Lo cual debe considerarse en la programación de las labores que requieran mayor concentración y atención". Asimismo, manifiesta que "Diversos estudios han señalado que los beneficios de una breve siesta en el rendimiento laboral reduce en forma importante la somnolencia diurna, aumenta el rendimiento físico y mejora la condición intelectual, restaurando el nivel de alerta, reduciendo los errores y el riesgo de accidentes".

Eso sí, el neurólogo comenta que las siestas deben ser cortas, durar entre 5 a 30 minutos, tratando de evitar que la persona entre en un ciclo de sueño normal (que dura 45 minutos). "Continuar con el sueño hasta llegar a etapas profundas, sin completar un ciclo, puede producir un fenómeno denominado 'inercia del sueño', en el cual el individuo se despierta desorientado y con un cansancio mayor al que tenía antes de dormir".

Sin embargo, tomar una siesta en días de semana no siempre sería la mejor opción para todos. Por ejemplo, algunas personas tienen problemas para dormir en cualquier lugar que no sea su propia cama, por lo que es poco probable que duerman una siesta en el trabajo u otro lugar. "Una siesta larga o demasiado tarde puede afectar negativamente la duración y calidad del sueño nocturno. Si la persona tiene problemas para dormir por la noche, una siesta sólo amplificará los problemas", concluye el Dr. Mena.

¿A qué nos puede llevar la somnolencia excesiva?

- Insomnio crónico
- Privación crónica del sueño
- Apnea del sueño
- Síndrome de piernas inquietas
- Uso de fármacos sedantes
- Consumo inadecuado de sustancias activantes diurnas
- Diabetes a causa de un mal dormir

Y tú, ¿Estás a favor o en contra de esta buena práctica? 

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