[COLUMNA] Carmen Castillo: Construyendo desde el amor propio

A veces nos sentimos incomprendidas y diferentes, porque el resto no indica cómo debemos vivir. Y mientras avanzamos notamos que funcionamos de forma lineal y saltarnos un paso, incluso si tuvo un resultado diferente, nos hace sentir mal porque no cumplimos con el orden establecido.

Entonces, nos esforzamos por amoldarnos a lo "correctamente" establecido, y no por lo que nosotras queremos realmente.

¿Qué es lo que yo realmente quiero? Esta es la pregunta que deberíamos hacernos recurrentemente, ¿no?

Lo primero es dejar de esconder tu verdadera persondalidad.

Dejar de ser tú para agradar a los demás es lo primero que debes evitar para ser realmente feliz. Después de eso, obvio, vendrán consecuencias, pero al menos serán liberadoras.

En mi caso siempre fui extrovertida, intensa y crecí apagándome. Siendo "señorita" y "pausada", y la verdad es que no podía seguir mintiéndome. Soy 'cuática', intensa y loca frente a los ojos de las personas que esperan que seamos todos iguales.

Segundo. No le tengas miedo a la soledad, disfrútala.

Creemos que estar soltera es lo mismo que estar haciendo pausa para la próxima pareja que viene, entonces estamos atentas, esperando que llegue. Repito, vivimos linealmente.

Tercero. Refuerza tu amor propio.

Busca formas de hacerlo. Anda a talleres, busca videos, rodéate de gente que te sume, que te inspire, fomenta tus hábitos de amor propio, preocúpate de ti, vive, y vive harto porque la vida no es esperar a que llegue la persona correcta.

La vida es tenerte, quererte y cuidarte, y si hay alguien a tu lado, qué bueno.

Brilla y deja brillar