[COLUMNA] Carmen Castillo: ¿Sabemos valorar?

A veces estamos involucradas en situaciones que pensamos serán para siempre. No te culpo, créeme yo también he pasado por eso.

Uno cree que se trata de algo eterno y construyes todo alrededor de eso, sin pensar que en algún momento tendremos que resetear nuestra mente, ser "maduras" y deja ir.

Y aunque intentemos ser racionales, antes que emocional, no es fácil. Si te hizo feliz, el apego es indudable. Y aunque pasen cosas malas te aseguro que revivirás las buenas y justificarás el estar ahí por un solo momento. Recordarás que bacán, sin duda, pero ya fue.

Es necesario detectar el nivel de valoración que estamos dando a ciertas personas o situaciones. Cuando dependes tanto de algo, dejas de ser tú mismo y te conviertes en las ganas de lo que el otro puede llegar a querer. Y todas tus decisiones y acciones dependerán del otro.

Todo lo que nos hace feliz "contribuye" para que así sea, pero no significa que es o será lo único. Es decir, no la determina.

Debemos liberarnos de algunas creencias absurdas sobre el amor que nos sigue limitando para vivir con alegría nuestra libertad.

Nada que se puede volver enfermizo es bueno. Así nos educaron porque se transmitió de generación en generación. Frases como "El amor cuesta" o "El amor es sacrificio" se internalizaron tanto en nosotras que juramos que casi vinimos a salvar a otros.

Sálvate tú