[COLUMNA] Nicolle Knüst: La importancia de descubrir nuestro propósito
Si hay algo que podemos hacer ahora para cumplir nuestras metas del año, es definir nuestro propósito. Cuando hablamos de propósito, es algo mucho más profundo y significativo que un objetivo. Es lo que nos motiva en la vida a levantarnos y a hacer todo lo que hacemos. Por otro, lado la falta de propósito es la razón de muchos desaciertos en nuestra vida. Es algo así como cuando nos encontramos perdidas y no sabemos por qué. Muchas veces es porque hemos justamente olvidado o bien no tenemos claro el propósito. Nuestro propósito.
Si queremos bucear en un sentido más profundo de nuestro ser, es altamente recomendable -en esta época del año- hacerlo donde el buen tiempo nos acompaña, todavía hay espacio para el descanso y la posibilidad de mirarnos con mayor detención.
La literatura, estudiosos de todas las épocas y la ciencia fundamentan que el propósito es el motor que nos mueve a esencialmente mantenernos vivos. El libro "El hombre en búsqueda de sentido", del psiquiatra austríaco Viktor Emil Frankl quien sobrevivió al holocausto, realizó un análisis en su tiempo de encierro y tortura en torno a sus pares que estaban en las mismas condiciones que él, y les preguntaba: "¿ustedes por qué no se suicidan?". Increíblemente las respuestas iban desde "Es que tengo la esperanza de volver a tocar el piano alguna vez en mi vida", "Sé que en algún lugar debe estar el amor" o "Porque aún tengo sueños que cumplir". En definitiva, lo que había detrás de las respuestas de las personas que se mantenían vivas, era una motivación.
De este libro nació la Logoterapia. Se trata de una psicoterapia que propone que la voluntad de sentido es la motivación primaria del ser humano, una dimensión psicológica inexplorada y esencial para la recuperación integral del paciente.
El propósito es nuestra dimensión más profunda que existe en cada uno de nosotros donde tenemos la sensación intuitiva de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Según la Kabbalah, la sabiduría milenaria, estamos en la vida para ser feliz, y nuestro objetivo es poder completar la imperfección del mundo desde un lugar que es nuestro lugar, en donde podremos sentirnos realmente plenos y satisfechos. Esta corriente de pensamiento afirma que venimos al mundo a aprender a compartir con otros solamente por el hecho de compartir. Si uno logra aprender a compartir sin esperar nada a cambio, el universo se ocupa de ayudarte y de guiarte a encontrar tu propósito.
Es así como se recomienda a personas que están por iniciar un proceso de autoconocimiento y sanación personal hacerlo en alguna instancia en comunidad, porque es en la relación con los otros donde se generan los procesos de crecimiento real, porque nuestra existencia sólo tiene sentido en relación con los otros y en la dinámica del dar y recibir. Es ahí que cuando hablamos de propósito es mucho más profundo que una palabra, implica darle sentido a la vida y, como ya lo decía uno de los más grandes pensadores contemporáneos del S. XIX, Friedrich Nietzsche, "Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo".