Comer para sanar, el mal de la alimentación emocional

Por Sole Hott @solehott | Viernes, 16 de Noviembre de 2018
Comer para sanar, el mal de la alimentación emocional

Darse un atracón de comida, o bien, no tener hambre, son algunas de las manifestaciones que los expertos relacionan con una problema a nivel emocional y afectivo. 

Es de conocimiento popular que la comida y las emociones están estrechamente relacionadas, y muchas veces la psicología es aquella que tiene las respuestas que nosotros no encontramos. 

En menor o mayor medida, la forma en que nos relacionamos con la comida tiene mucho que ver con nuestro estado emocional. 

El tener problemas con la forma en que nos alimentamos, es otra forma de expresar lo que sentimos. Sin embargo, es la expresión de aquello que no decimos, y estas emociones pueden ser, o no, reconocidas por nosotros. 

Culpa, abandono, rabia, celos, angustia, pena...todos estos y más pueden manifestarse a través de la alimentación. Por lo mismo, los expertos aseguran que detrás de una dieta poco sana y desequilibrada, es probable que exista algo psicológico. Finalmente, la ingesta excesiva, por ejemplo, podría ser un llamado a calmar lo que sentimos, o bien, alimentar las emociones. 

Al no hablar, tragamos, literlamente, para calmar la tensión. Inconscientemente nos castigamos con la comida. 

Si hay un problema con la comida, se debe reflexionar al respecto. Qué pasa con el estado de ánimo, qué hay detrás del atracón o de la falta de apetito. El problema, sea cual sea el que tengamos, no se va a solucionar si no lo hablamos, y mucho menos si lo 'comemos'. 

La alimentación emocional suele tener más tendencia a la ingesta excesiva, por lo que el síntoma más común resulta ser el aumento de peso. Y ante esto los expertos sugieren tres razones por las que puede ocurrir. 

Miedo a crecer, es decir, a salir del núcleo familiar y romper ese lazo. También puede referirse a emociones negativas y la incapacidad de descargarse de forma correcta. Y la tercera, las emociones en exceso, el descontrol y la falta de razonamiento. 

Ante esto, la comida suele ser la medicina para el conflicto interno. Sin embargo, los expertos no coinciden con esto. Es más fácil, pero es más dañino. 

Etiquetas :