¿Eres una persona controladora? Confirma aquí tus sospechas

A veces hay quienes necesitan tenerlo todo bajo control, obsesivamente y sin necesidad. Esto puede ser el fiel reflejo de una persona insegura. 

Planifican, calculan y organizan y, al más mínimo cambio, colapsan. Incluso se adelantan a posibles imprevistos, no considerando que aún así pueden resultar las cosas de forma diferente a lo esperado por ellos. 

¿Dónde nace la necesidad de tal control extremo? Según los expertos, el principal desencadenante es la frustración, el medio al fracaso y a lo que pueda pensar el resto. Ante eso surge la necesidad del control. Sin embargo, su miedo e inseguridad nunca desaparece del todo, aunque todo salga perfecto. Por lo mismo, terminan convirtiéndose en personas insatisfechas, y así el círculo vicioso continúa. 

¿Cómo saber si eres una persona controladora? Los especialistas aseguran que existen ciertos patrones para analizar. Si cumples varios de estos, es muy posible que sí lo seas. 

1. Tu forma de hacer las cosas siempre será la mejor. Así lo crees y no comprendes que puede ser de otra manera igual de de válida. 

2. Los imprevistos no tiene cabida en el futuro porque se escapan de tu control.

3. El destino te desespera. No saber qué pasará en el futuro está fuera de tus manos y no toleras la incertidumbre. 

4. Controlas hasta la forma en que te entregas y muestras a los demás para nunca verte frágil. 

5. Odias equivocarte y lo evitas hasta el punto de dejar de hacer cosas por miedo a cometer errores. 

6. Necesitas una explicación para todo, por lo que le das mil vueltas a las cosas, aún cuando ya pasaron. 

7. La improvisación no es lo tuyo, planes ante todo. 

8. Controlas tus sentimientos, nadie puede sorprenderte. 

9. Te engañas y estás pendiente del resto a propósito para que no te eviten. 

10. Dudas de todo, a menos que te aseguren que resultará. 

El problema de ser una persona controladora es que afecta directamente tu vida y tu relación con los demás. Y es que según los expertos, la sensación de tener todo bajo control no es real. Lo ideal sería sentirte igual de bien, pero sin controlar todo. 

Además, al no conseguir que las cosas salgan como querías, sufres de ansiedad, y aparece nuevamente la inseguridad e indecisión. 

Para dejar el control de lado hay que hacer un cambio de pensamiento y actitud. Lo primero es entender que no se puede planificar todo, y esto no olvidarlo jamás. 

Y debes comprender que no tienes que controlar todo, que la incertidumbre del destino está bien y que tu vida será maravillosa igual. 

Cuando sientas que la improvisación no te incomoda y que puedes dejarte llevar, quiere decir que estás dándole la oportunidad de dejar el control fuera de tu vida. Te sentirás liberado y verás que vivir es más sencillo de esta forma.