Las modelos curvy influyen positivamente en nuestro cerebro

Por Javi Pacull @javipacull | Miércoles, 14 de Junio de 2017
Las modelos curvy influyen positivamente en nuestro cerebro

En el mundo de la belleza hay un nuevo movimiento que cada vez tiene más adeptos. Se trata del Body Positive, dentro del cual la catalogada como body activist, Ashley Graham es una de las que lleva la bandera en alza.

Esta modelo ícono de las maniquíes que se salen de las tallas estándares que durante años ha impuesto el mundo de la moda y la publicidad es considerada una de las embajadoras de este movimiento.

Pero si hasta ahora solo apreciábamos positivamente esta corriente, por considerarla inclusiva, ahora la ciencia ha llegado a darle un respaldo.

Un estudio reciente elaborado por profesores de Florida State University ha establecido que cada vez que vemos cuerpos reales (es decir fuera de los cánones “90-60-90”) nuestra salud mental se ve directamente beneficiada. ¿Por qué?


Wearing @alexanderwangny @glamourmag

Una publicación compartida de A S H L E Y G R A H A M (@theashleygraham) el 7 de Jun de 2017 a la(s) 3:04 PDT

La investigación se basó en una muestra de medio centenar de mujeres que alguna vez habían querido adelgazar (Seamos honestas, esta idea debe pasar por la cabeza de la mayoría de las mujeres al menos una vez en su vida). A cada una se le mostró imágenes de distintos tipos de mujeres y luego de eso se les hizo responder preguntas de autoestima.

La conclusión llegó casi sola, pues cada vez que vieron fotos de modelos curvilíneas o de talla normal, cada una de ellas hacía menos comparaciones con su cuerpo. Además eran capaces de recordar detalles del cuerpo y respondieron con mayor satisfacción las preguntas respecto a su aspecto. En cambio si la modelo era delgada, sucedía exactamente lo contrario.

"Encontramos que hay una ventaja psicológica clara cuando los medios de comunicación muestran los tipos de cuerpo más realistas que el modelo tradicional", comentó Jessica Ridgway, una de las investigadoras.

Este dato no es menor si consideramos el poder que puede llegar a tener en la publicidad, pues puede hacer que recordemos más fácilmente un producto dependiendo del tipo de cuerpo con el que se asocie el mensaje.

¿Interesante, no?

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