¿Y si tú eres la tóxica en tus relaciones? 8 formas de averiguarlo

Por Fran Cornejo | Viernes, 16 de Marzo de 2018
¿Y si tú eres la tóxica en tus relaciones? 8 formas de averiguarlo

Todas conocemos gente tóxica y sabemos lo dañino que es rodearse de ese tipo de personas. Pero ojo, si estás completamente segura de que no conoces a nadie con esas características, quizás sea porque esa persona en tu círculo ¡Eres tú!

Es común encontrar en nuestros grupos de amigas, amigos, familiares, etc. que un miembro se sale de la norma, pero para mal. Y aunque creas que es imposible que sea tu caso, tenemos algo que contarte: Sí, puede pasar, y un poco de autocrítica no te haría nada de mal.

Intenta ser sincera contigo misma y busca en lo más profundo si más de alguna de estas características coincide con tu forma de ser. ¿Te atreves a hacer la prueba?

1.- Crees que eres la 'Regina George' de tu grupo

Te crees superior al resto sin distinción, mejor que tus amigas, mejor que tu familia, mejor que tu pololo, y se los haces notar con comentarios desagradables, miradas o tu silencio inquisidor. Usa tu memoria... ¿Has despreciado la opinión de alguien más y te has empeñado en invalidarla? ¿Has hecho sentir mal a alguien por lo que usa, lo que piensa o cómo lo dice? O quizás, ¿Eres de las que usa el sarcasmo a menudo para despreciar a los demás con "humor"? Estás actitudes son tóxicas y solo terminan alejando a los demás.

2.- La reina de la manipulación

Las personas para ti no son más que servidores y, si debes usarlos para conseguir lo que quieres, no existen límites. Eres capaz de tejer como una arañita la estrategia con la que conseguirás tu objetivo. Si crees que es una virtud tu poder de convencimiento y tu capacidad de debate, evalúa si realmente la usas para ayudar a los demás o para salirte con la tuya y probar que estás en lo cierto, o que las cosas deben hacerse cómo tú dices. ¡No lo hagas! Los demás tienen derecho a ser y hacer lo que ellos quieren.

3.- Saboteas tus relaciones

Apenas las cosas empiezan a andar bien tú haces todos los esfuerzos por "meter las patas", o a la primera discusión estás levantando tu dedos índice y amenazando con que todo se va a acabar. Porque no hay tiempo que perder a la hora del drama, ¿Qué hay de malo en gritar, llorar y hacer que todo lo que puede estar bien, esté mal? Quizás podrías intentar hacer todo distinto alguna vez y dejar que los otros vivan en paz, aunque estén a tu lado.

4.- Eres mecha corta

A propósito de hacer escándalo por todo, lo que te demoras en lograrlo son cinco segundos, seis como máximo. No existe la interfaz del diálogo, simplemente reaccionas con una explosión de ira en contra de todos los que "la provocaron". Como dijo la gurú de las personas tóxicas, 'Blair Waldorf': "No puedes hacer que te quieran, pero puedes hacer que teman", y tú lo has convertido en ley de vida.

5- ¿Sientes que no tienes a nadie? Por qué será...

Si percibes que hay gente que te está esquivando debe ser porque así es. Una buena sugerencia es hacer memoria... ¿Qué pasó la última vez que los viste? ¿Cómo los trataste? ¿Dijiste algo que sabías que los iba a molestar? No todos tienen que entenderte, ni mucho menos soportarte.

6.- Primero yo, segundo yo, tercero yo

No quieres escuchar a los demás, no te importa lo que les pase ni te afectan sus planes de vida, y se entiende porque solo te importa lo que tenga relación directa contigo. Si no te identificas con este aspecto porque de verdad lo sucede con tu vida es realmente siempre lo más importante y tus amigos solo tienen problemas básicos, amiga, hazte ver.

7.- Culpable, jamás

Porque jamás cometes errores y, cuando algo malo pasa, puedo haber sido cualquier otra persona, menos tú. Si alguien intenta culparte o confiesa que fuiste la del error, la actitud más común en ti es a la defensiva, con escudo, espada y todo lo demás.

8.- Eres irritante

Te produce placer físico "hinchar las pelotas", meter el dedo en la yaga, hacer leña del árbol caído y todas sus derivadas. Lo tuyo es herir de muerte a todo aquel que se te cruce, aunque sea sin razón, de manera absolutamente gratuita. Sabes lo que le molesta a los demás, e insistes en hacerlo. 

Puede que para algunos momentos en la vida, la mejor de las actitudes sea ser una persona tóxica, espera, ¿en qué momento? ¡En ningún momento!

A menos que quieras morir sola y ser enterrada en una fosa común, si estás sintiendo que tu actitud calza perfecto con todo lo anterior, es momento de que hagas una tremenda autocrítica y cambies de dirección. Para nadie es agradable rodearse de personas como tú. Es más, seguramente las personas que sí quieren a tus amigos, les están aconsejando en este momento que se alejen de ti.

Cambia tu actitud ¡Ahora!

rg

Etiquetas :